16 de octubre de 2014

Engaño propio

A quién quiero engañar, si sonrío en todas partes, no hablo de ti, no menciono nada.

No me vieron llorar, no me vieron mal, seguí ahí.

Camino con la frente en alto, nadie me ve mal ni con nudos en la garganta.

Si me preguntan no contesto, no digo nada, yo no hablo de eso.

Me ven aquí sigo de pie, con una sonrisa, sin lágrimas, como si nada me afectara.

Engaño a muchos, menos a mi.

Me muero de ganas de volver a hablar como antes, te recuerdo cada día, te veo pasar y mi estómago se recoge y mi pecho se vacía.

Recuerdo tus caricias, tus palabras, las películas, el olor a sudor y a hierba.

Estúpidamente escribo esto pensando que hablo contigo, estúpidamente no pierdo la fe de que al menos te importo un poquito, pero sé que no es así.

Es una pena lo que hicimos y lo que has hecho.

Tu no me hablas porque te olvidaste, como si nada hubiera sucedido nunca, todo fue humo que el viento disolvió. Haces sentir como si nunca fui suficiente para ti, o por lo menos alguien importante.

Yo no te hablo porque al partir te llevaste mil cosas. Porque al momento de dejarme, no pateaste a mi corazón, pateaste mi ego. La última semana me sentí como un juego, ilusionaste para así marcharte. Me descolocaste. Prometiste que hablaríamos, y mira... mi ego cariño, lo destrozaste con lo ultimo dicho, con los mensajes. Y si me preguntas, no es rencor, es dolor.

No tengo nada más que hacer, estuve bien, pero los sueños te traen de vuelta, y ya lo ves, lo mal que me hace recordar.

torpevitotorpe